TARTA  MOUSSE DE LIMA-LIMÓN CON BASE DE BIZCOCHO GENOVÉS Y CUBIERTA CON GELATINA DE GIN TONIC

Hoy os traigo una tarta que he hecho en alguna ocasión especial y que nunca me acuerdo de publicar. No es muy complicada de realizar aunque al leer la receta lo parezca, sólo es laboriosa pero fácil. No es apta para niños por el alcohol que lleva la gelatina, por tanto, podemos decir que es una tarta para adultos que os recomiendo que probéis, más aún si os gusta el gin-tonic. De todas formas, si no quisiérais usar alcohol, podéis cubrir la tarta con una gelatina de limón, y quedará también muy rica.
La tarta tiene una base de bizcocho y encima una mousse de lima-limón  muy refrescante. Mousse es un vocablo francés que significa "espuma" y de esto se trata precisamente. En gastronomía sugiere una elaboración liviana, ligera o etérea. Su característica principal son las burbujas de aire que le dan una amplia y voluminosa textura. Puede variar desde una concepción ultraligera y esponjosa, hasta una más cremosa y espesa, dependiendo de las técnicas de preparación.. Una mousse puede ser dulce o salada. Cuando es servida como postre, las mousses se hacen típicamente con clara de huevo a punto de nieve o nata montada, y, en general, con sabor a chocolate, puré de frutas o varias hierbas y especias como la menta o la vainilla.


La más famosa de todas las mousses aparece por primera vez en un recetario de 1755, "Les soupers de la cour" del cocinero francés Menon. Describía tres mousses, de café, de chocolate y de azafrán, que se hacían con crema de leche batida a las que se podían añadir claras de huevo. Se servían en unos vasitos de plata o vidrio que recomendaba guardar en hielo un par de horas hasta el momento de consumirlas, en un recipiente especial de hojalata para manternerlas frías. Sin embargo, la más famosa de las mousses, es sin duda alguna, la de chocolate. La historia acerca de su origen tiene algunas ligeras controversias. Se dice que el creador de esta crema espumosa de chocolate fue el propio pintor francés Henri de Toulouse-Lautrec, quien frecuentaba los bares y tabernas del barrio de Montmartre, haciéndose amigo y pintor de todo tipo de trabajadores. De ser así, el nacimiento de la mousse podría datarse a finales del siglo XIX. Otra historia señala que durante el sitio de los franceses a la ciudad de Astorga en abril de 1810, el emperador francés visitó en persona a su VIII ejército que rodeaba la muralla de la ciudad. Esa misma noche, el cocinero mayor de su ejército, Francoise Masette, en su afán por agradar al emperador, pidió al artesano chocolatero español Manuel Cordero, que preparara su celebrada "Espuma de chocolate". Se dice que el emperador, impresionado por el aroma y suavidad de este postre, se llevó a Manuel Cordero y su familia hacia tierras francesas, maravillando los círculos culinarios de la élite francesa con el ya para siempre bautizado postre "mousse au chocolat". Reconocida mundialmente como invento francés, el pueblo español, sin embargo, tuvo también su aportación a este conocido postre.


Hace meses, os publiqué la receta de mousse de chocolate. La que os traigo hoy, es de lima-limón, mucho más ligera y refrescante. Estoy segura que os va a encantar. Os dejo la receta...

Para el bizcocho de la base
120 gr harina
120 gr azúcar
4 huevos

Para la mousse
El zumo de 2 limones
El zumo de 2 limas
1 lata leche condensada
1 sobre gelatina limón
250 ml leche
400 ml nata para montar 35% MG

Para la gelatina de gin tonic
El zumo de 1/2 limón
El zumo de 1/2 lima
125 ml ginebra
200 ml tónica
6 hojas de gelatina neutra
150 ml agua
150 gr azúcar

1. Empezamos haciendo el bizcocho genovés. Para ello, separamos las claras de las yemas. Montamos las claras a punto de nieve y las reservamos. 

2. Batimos las yemas con el azúcar hasta que blanqueen.  Le añadimos la harina tamizada y vamos mezclando con una espátula. Una vez bien integrada, agregamos las claras montadas y mezclamos con espátula para que no pierda volumen. 

3. Volcamos sobre una bandeja de horno forrada de papel de hornear y alisamos la masa para hacer una plancha de bizcocho. Horneamos a 180º unos 8 minutos. Dejamos enfriar. El bizcocho, si queréis podéis hacerlo el día anterior a preparar la mousse y así os ahorráis un paso. O también comprarlo del que ya venden hecho en algunos supermercados como base de tarta. Es más rápido, aunque yo prefiero el casero.

4. Para la mousse se calientan los 250 ml de leche. Cuando empiece a hervir, lo retiramos del fuego y le añadimos los polvos de la gelatina de limón. Movemos hasta que este bien disuelta.  

5. Le añadimos los zumos de los limones y las limas y la leche condensada. Mezclamos todo y reservamos en la nevera que se vaya enfriando.

6.  Mientras montamos la nata. Cuando esté montada, la mezclamos con espátula junto a la mezcla de lima-limón que teníamos reservada en la nevera.

7. Cortamos la base de bizcocho usando el aro del molde para medir el diámetro. Forramos la base del molde con papel de hornear, encima ponemos el bizcocho genovés. Volcamos la mousse de lima-limón, alisamos la superficie y dejamos enfriar en la nevera toda la noche.

8. Al día siguiente, por la mañana, hacemos la gelatina de gin tonic. Hidratamos las hojas de gelatina en agua fría durante 5 minutos. 

9. Calentamos el agua con el azúcar y cuando empiece a hervir, retiramos del fuego, añadimos las hojas de gelatina escurridas y removemos hasta que se disuelva. 

10. Se añaden los zumos de limón y lima, la tónica y la ginebra. Se mezcla todo y se deja templar. Antes de que esté fría, se cubre la tarta con la gelatina y se vuelve a meter en la nevera para que cuaje. Dejamos hasta la hora de presentarla a la mesa.


Para decorarla podéis usar rodajas de limón y de lima o darle un toque más romántico con flores, o con ambas cosas, como yo hice con estas margaritas blancas y verdes. Sea de la manera que sea que la decoréis, la tarta seguro que estará buenísima. Buen provecho!



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