ROSCOS DE VINO MALAGUEÑOS

En repostería, ya se sabe que hablar de mantecados y polvorones, es hablar de Navidad. Y es que son productos íntimamente ligados a los últimos meses del año que no puede faltar sobre la mesa de ninguna familia independientemente de su clase  social.
El mantecado es un producto de origen andaluz fabricado con manteca de cerdo. En España, existen varias localidades especializadas en la elaboración de este dulce, aunque actualmente el principal foco de producción se sitúa en Andalucía, concretamente, en las ciudades de Antequera y Estepa. En Antequera la producción de mantecados se cuenta cada año por toneladas acompañadas también de los roscos de vino, esos dulces tan odiados como amados por todos. Son los típicos que en una caja de surtido siempre quedan los últimos o son los primeros en desaparecer.


Los roscos de vino son pequeñas rosquillas hechas con harina, aceite o manteca de cerdo, azúcar y un toque de vino dulce. Generalmente van cubiertos de mucho azúcar glass, lo que les da un particular tono blanco por toda la superficie que recuerda a la nieve. Pero a pesar de ello, los roscos de vino se han hecho tan populares que en Málaga se puede degustar durante todo el año, siendo uno de los principales reclamos para los visitantes que desean probar la gastronomía local.

Como detalle curioso contaros que una de las tradiciones de nuestros pueblos desde hace muchos años era colgar en la puerta de la amada pretendida por el mozo una retama fresca en señal de amor sincero y respeto hacia su familia. Si esta declaración era correspondida con el favor de la moza, en rúbrica de aceptación de la familia hacia el pretendiente se preparaban unos roscos que se comían en la cita en la que entraba el joven por primera vez en casa de su futura esposa. Por este motivo, cuando no somos correspondidos en el amor, decimos que no nos comemos un rosco en señal de fracaso total.
Pero como yo quiero que os comáis muchos roscos, os voy a dar la receta para que no os falte esta Navidad...

700 gr harina
70 gr harina de fuerza
375 gr manteca de cerdo ibérica a temperatura ambiente
100 gr almendras
110 gr azúcar glass + 500 gr para cubrir
20 gr ajonjolí
1 clavo
1/4 cdta canela
125 ml vino dulce de Málaga

1. Tostamos en el horno a 200° las almendras, el ajonjolí y el clavo unos 10 minutos. Sacamos, dejamos enfriar y trituramos. 

2. Mezclamos con la manteca, el azúcar y la canela. Añadimos el vino y las harinas tamizadas. Mezclamos sin amasar en exceso para que no salgan duros los roscos.

3. Estiramos a un grosor de unos 6-8 mm. Cortamos los roscos con un cortapastas y horneamos a 180° unos 12 minutos. Dejamos templar y rebozamos en azúcar. 

4. Cuando hayan pasado unas 6-8 horas rebozamos de nuevo en azúcar. Yo suelo hacerlos por la tarde noche, los dejo toda la noche y rebozo por segunda vez por la mañana. Unos roscos deliciosos para estas Navidades.


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