BOMBONES HELADOS DE CREMA DE QUESO CON FRAMBUESAS

Los bombones helados fue toda una revolución dentro las empresas lácteas y heladeras del siglo pasado. Realmente el que originó este invento fue un niño, cuando un día llegó a una tienda de golosinas y helados en la que trabajaba durante el verano Christian K. Nelson. Este niño tenía una gran duda: no sabía si comprarse un helado o una chocolatina. Solo llevaba dinero para una cosa, por lo que el dilema era aún mayor. Esta incertidumbre del muchacho también despertó la curiosidad e ingenio del señor Nelson, el cuál se puso a desarrollar un producto que pudiese ser cremoso como una barrita de chocolate y al mismo tiempo refrescante como un helado. A todo ello le añadiría un corazón de crema vainilla helada.


Después de varias pruebas consiguió algo que se acercaba mucho a lo que pretendía y en 1921 comenzó a comercializarlo en su negocio con el nombre de I-scream Bars (un juego de palabras, que aunque literalmente signifique "Yo grito barras", fonéticamente se lee igualmente que ice-cream-bars, barras de helado). La prueba de fuego para el producto fue durante el Torneo Anual de los Bomberos de Iowa, donde los puso a la venta con gran acogida por parte de los asistentes. Pero se encontró con la oposición de empresarios lácteos y heladeros de la zona que no veían con buenos ojos el nuevo invento y siete de ellos rechazaron gestionar la comercialización, hasta que llegó el empresario Russell Stover. Este vio bien el producto ideado por Nelson y decidió asociarse con él.


Una de las primeras cosas que hicieron fue cambiar el nombre al helado, pasando a llamarlo desde entonces Eskimo Pie (Pastel esquimal). El 24 de enero de 1922 era patentando el producto y para mediados de ese mismo año, las ventas del Eskimo Pie eran de un millón de unidades al día. Pronto, hubo muchas empresas interesadas al ver los beneficios que se obtenían con este nuevo bombón. Con el tiempo se fueron haciendo versiones de bombones cada vez más pequeños hasta hacerlos igual que los bombones tradicionales pero helados y con rellenos variados.


Los bombones que os traigo hoy es de esas recetas que tienes apuntadas desde hace tiempo, pero nunca ves el momento de hacer y aprovechando que me sobraron frambuesas de otro postre, decidí hacerlos. Son muy fáciles de realizar y el resultado es muy rico, además entran solos, desaparecerán en poco rato. Os dejo la receta...

1 tableta chocolate negro Postres
150 gr queso untar, yogur griego o helado de vainilla
Esencia de vainilla
Azúcar glass (opcional)
Frambuesas

1. Derretimos el chocolate. 

2. Lo untamos ya derretido con un pincel un molde para bombones y si no tenéis, os puede servir una cubitera de silicona.

3.  Metemos en el congelador unos 30 minutos. 

4. Batimos el queso con la esencia de vainilla y azúcar glass al gusto. 

5. Sacamos el molde y rellenamos con un poco de crema de queso, introducimos una frambuesa y tapamos con otro poco de queso. Terminamos poniendo una capa de chocolate que hará la base y dejamos en el congelador hasta que los vayamos a consumir. Deliciosos!


Receta adaptada de Directo al Paladar.

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