ESTRELLAS DE ANÍS

La "pimpinella anisum" (anís) es la planta a través del cuál obtenemos el anís. Ésta, procedente de las zonas orientales europeas, India y demás zonas asiáticas próximas a Europa, y dado su origen milenario (ya se utilizaba en Babilonia cerca de 2.000 a.C), se postuló como una de las hierbas medicinales y olorosas, a utilizar por las culturas posteriores, tales como la griega, romana y egipcia, siendo los romanos quienes desarrollaron sus aplicaciones a la hora de elaborar diferentes recetas culinarias o con el fin de alejar a los malos espíritus.


De las principales zonas productoras, y a la vez consumidores de anís, está España donde tras ser introducido por los árabes se constituyó como el producto más importante. Países mediterráneos como Francia con su anisette, Italia con el sambuca y Grecia o Turquía también figuran como importantes productores del mismo, junto con países centroamericanos y sudamericanos tales como México, Colombia, Venezuela, etc., dónde se producen estos aguardientes anisados con una denominación específica propia de cada país.


Respecto a su elaboración, con el fin inicial de aprovechar las propiedades relajantes que posee la planta del anís, la misma pasa por el proceso de destilación. En él, las semillas de anís o matalahúga, se introduce en agua y en alcohol rectificado dentro de la destiladora, generalmente de cobre, dejando reposar el preparado unas cuantas horas, incluso más de un día, para posteriormente comenzar a calentarlo. Ello provocará gran cantidad de vapor y gases, que serán llevadas por un conducto hacia otro recipiente donde se refrigerará y volverá a convertirse en líquido para comenzar con todo el proceso nuevamente.


Seguro que pensaréis como yo que uno de los olores de la Navidad es, sin lugar a dudas, el de anís. Todos los años hay alguna receta dulce con este agradable sabor en casa. Este año han tocado estas galletas abizcochadas con forma de estrella y glaseadas que están buenísimas. Os encantaran cuando las probéis. Os dejo la receta...

250 gr harina
1 cdta levadura
75 gr mantequilla
100 gr azúcar glass
2 cdas miel
1 huevo
1 chupito de anís o 1 cda de esencia de anís

Para el glaseado

100 gr azúcar
25 ml agua

1. En un bol mezclamos la harina tamizada, el azúcar glass y la levadura. Removemos y añadimos la mantequilla. 

2. Unimos con las manos hasta que se forme una especie de migas gruesas. Hacemos un agujero en el centro y agregamos el huevo batido, la miel y el anís. Amasamos hasta formar una bola. Si la masa queda demasiado blanda le podemos añadir un poco más de harina. 

3. Envolvemos la bola de masa con film y metemos unos 40 minutos en la nevera.

4. Pasado este tiempo, estiramos la masa hasta un grosor de 5 mm formando las galletas con un cortapasta con forma de estrella. 

5. Horneamos a 180° durante 15 minutos. 

6. Mientras, preparamos el glaseado mezclando el agua con el azúcar glass. Cuando las galletas estén frías, pintamos con el glaseado y secamos en el horno a 120°.



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