TARTA DE LA ABUELA
Hola amores! Hoy es el día de San Sergio de Capadocia, o lo que es lo mismo, el santo de mi hijo, y no se me ocurre otra tarta mejor para celebrarlo que la de la abuela, la tarta de las celebraciones de toda la vida. Me crié entre celebraciones de cumples en casa de mis amigos con medias noches rellenas de fuagrás y chorizo (que era lo más común), algún sandwich de Nocilla (eso ya era tener nivel), botellas de Mirinda o refrescos de La Casera en botella grande de cristal que se repartía por la madre del niño que lo celebraba, y platos con patatas fritas. Para rematar el festín, se sacaba la conocida tarta de la abuela que la llamabamos de mil maneras: la de flan y galletas, la de chocolate y galletas, la que hace mi madre de galletas, la de natillas de mi abuela. Todo eso iba acompañado de muchas risas, juegos y ganas de pasarlo bien, que es lo único que tiene en común con los cumpleaños de ahora que más que una celebración es un acto social con un protocolo que ríete tú de las casa reales o un photocall que ni el mayor espectáculo de Broadway.
Creo que en algunas cosas deberíamos hacer una vuelta al pasado en el que creo que vivíamos mejor, o al menos lo disfrutábamos más a fondo. Por eso en homenaje a todos estos cumples, retrocedemos en el tiempo con la excusa del santo de mi hijo para disfrutar de esta sencilla tarta...
2-3 paquetes de galletas cuadradas
1 l leche
2 sobres preparado de natillas
4 cdas azúcar
200 gr chocolate para fundir
200 ml nata para montar
1 cdta canela
Un poco de leche para mojar las galletas
Un chorrito de esencia de vainilla o algún licor (opcional)
1. Primero hacemos las natillas. Del litro de leche llenaremos dos vasos por la mitad. En cada uno añadiremos un sobre del preparado de natillas y disolvemos con una cuchara.
2. Ponemos el resto de leche a calentar con el azúcar.
3. Cuando empiece a hervir, volcamos el contenido de los vasos y removemos a fuego lento hasta que espese a nuestro gusto. Retiramos del fuego y reservamos.
4.Mojamos las galletas en un poco de leche con la vainilla o licor, y vamos colocandolas en la base.Yo pongo 2 capas.
5. Volcamos encima las natillas y alisamos con una espátula.
6. Colocamos encima otra doble capa de galletas mojadas. Guardamos en la nevera.
7. Para la cobertura calentamos la nata. Cuando empiece a hervir volcamos sobre el chocolate troceado. Podéis añadir una cda mantequilla si queréis que sea la cobertura más brillante. Removemos hasta que se derrita el chocolate. Podéis añadirle 1 cda canela si queréis.
8. Volcamos el chocolate sobre las galletas. Alisamos y dejamos en la nevera enfriar de un día para otro. Cuantos más días pasen en la nevera más buena está.
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