GALLETAS FRITAS O MATASUEGRAS

Dentro de la sección "Dulces típicos de España" del blog, merece una mención especial las galletas fritas porque aunque son típicas de Murcia y conocidas allí como matasuegras, en realidad, son muy fáciles de encontrar en cualquier parte de España.  En Murcia se consumen cuando llega la fiesta de la Primavera que se celebra a la semana siguiente de la Semana Santa. Durante las fiestas se establecen recintos al aire libre llamados barracas que son construidas y mantenidas por las peñas huertanas. En ellas se sirven distintos tipos de cocina mediterránea. Así, podemos encontrar como entrantes albóndigas de bacalao, bonito con tomate, caracoles, ensalada murciana, michirones, pisto murciano, revuelto de verduras o zarangollo, sobrasada con queso o magra con tomate. Guisos y carnes también son protagonistas, como el conejo con ajo cabañil, empedrado, gachasmigas, mondongo, olla de cerdo y arroces de verduras, con conejo y caracoles. En los postres nos encontramos con arroz con leche, buñuelos, leche frita, torrijas, paparajotes y las matasuegras.


Estas galletas aunque sean de tradición murciana, son también de todos, de nuestras abuelas, de esas recetas que recuerdas de la infancia. En casa no teníamos horno y cuando hacíamos dulces siempre eran fritos, roscos, pestiños, buñuelos, flores y estas galletas. No podías esperar a que se enfriaran que es en realidad cuando están más buenas, ya que el flan ha empapado la galleta dejándole una textura más parecido a un bizcocho que a una galleta. Recuerdo que el día que hacíamos estas galletas era una fiesta para mi hermana y para mí. Ahora muchos años después, sigo teniendo siempre en casa galletas María. A mi hijo le encanta tomar un tazón de leche con ellas y a mí me encanta que no se pierdan esas costumbres de antes, de desayunar o merendar como años atrás.


Las galletas  han sido el desayuno familiar durante décadas, ingrediente de las papillas de fruta de los bebés y de las tartas de chocolate que se hacía cuando niños para celebrar los cumpleaños. Las galletas María se consideran típicas españolas, de hecho se encuentran en tiendas extranjeras de comida española, pero estas galletas se comen en muchos otros países (Portugal, Sudáfrica o Sri Lanka) y su origen ni siquiera es español.  Los fabricantes de galletas Peek Freans, de Londres, crearon la galleta María en 1875.


La llamaron así para conmemorar el matrimonio entre la Gran duquesa María Aleksándrovna de Rusia y el príncipe Alfredo I de Sajonia-Coburgo-Gotha. La María es una variante de las tradicionales galletas de té y se elaboraba con "harina de flor" (así se llamaba a la harina muy refinada), azúcar, mantequilla y leche. El patrón del borde y el nombre María estampado en el centro apenas han variado en los años. Las galletas María se vendían en España como variante de la creada por Peek Freans, y se conocían cómo "galletas finas o inglesas". Así se diferenciaban de las galletas marineras, que se elaboraban sólo con harina, agua y a veces sal. Se las llevaban en los barcos para aguantar o en campañas bélicas. Las galletas finas se consideraban un verdadero lujo. Se vendían en bonitas cajas de lata decoradas, de una o dos libras que luego copiarían las fábricas españolas. El kilo de galleta fina importada, en 1869, costaba 5,5  pesetas.
La primera galleta María española fue probablemente la María Olibet. La fábrica de Olibet se fundó en Rentería en 1886 y albergaba amasadoras mecánicas, troqueladoras o los primeros hornos de cadena instalados en España.


La industria galletera española siguió las innovaciones técnicas que se producían en el Reino Unido y estuvo a la altura de los países de su entorno. Algunas de estas invenciones se encontraban también en la fábrica madrileña de La Fortuna, dónde se llegaron a elaborar 180 clases de galletas.

Con la crisis de los años 30, hubo un descenso importante en la fabricación de galletas. Ya no se trataba de ofrecer productos muy variados para satisfacer todos los gustos, sino producir galletas troqueladas a un precio muy competitivo. Artiach y Fontaneda optaron por esta estrategia y la María fue uno de sus productos estrella. Artiach se fundó en Bilbao en 1907. Realizó campañas de publicidad en la prensa a partir de 1928. La galleta era anunciada por María Artiach, una mujer vestida de goyesca cuya falda estaba formada por galletas. Antes de la guerra civil, un paquete de 100 gramos costaba 50 céntimos y el de 200 gramos, una peseta.


En 1941, Artiach imprimió el libro "Artiach al servicio del hogar". Incluía 458 recetas enviadas por sus consumidores además de información sobre la fábrica, consejos de presentación y minutas. Entre esas recetas se encontraban las galletas fritas que os traigo hoy.


Fontaneda empezó a fabricar galletas en 1912 en la villa palentina de Aguilar de Campoo. Desde el inicio su objetivo fue vender galletas baratas y hacerlas populares. De hecho las María se vendían como unas galletas que alimentaban, eran digestivas y tenían más calorías que otros alimentos semejantes. Eran indicadas para niños y para ancianos, hombres y mujeres . Se comían en el desayuno, como postre, en casa, en restaurantes, en excursiones o como tentempié. Antes de que comenzara la guerra, ambas empresas se habían hecho con el mercado de las galletas.


En la posguerra, la fabricación de galletas se realizaba en condiciones muy precarias aunque no para todas las empresas. A algunas se les asignaba cupos de materias primas más generosos con el racionamiento. Entre las galleteras privilegiadas estuvieron Artiach, Fontaneda, Palacios, Siro o Gullón. En los años 60, Cuétara abre una nueva planta en Jaén. A partir de este momento, el sector galletero fue considerado de la máxima importancia para la economía del país y el número de galleteras volvió a crecer. Un 22,8% de la producción nacional se elaboraba en Aguilar de Campoo siendo el producto estrella las galletas María. También en estos años, la publicidad fue determinante para el consumo de los españoles. Se popularizan los cubitos de caldo de Avecrem y Gallina Blanca, el Cola Cao y el Nesquik, la margarina Tulipán, el puré de patatas instantáneo Maggi o el Nescafé.


A mediados de los 80, las galletas María se consideraban el desayuno familiar por excelencia. Las cajas pasaron de 200 gr a 2,5 kgs . Con el tiempo, sus ingredientes ya no son los de antes y la concentración de empresas hace imposible saber el lugar dónde se elaboran. La aparición de otras opciones para el desayuno han hecho que su consumo disminuya, pero siempre están en casa.
Y tras este breve repaso a la historia de nuestra galleta más famosa, os dejo la receta con un toque de nostalgia...

1 paquete y medio de galletas María (recomiendo la variedad hojaldrada)
1 sobre de flan
300 ml de leche
6 cucharadas de azúcar
1 huevo
Aceite de girasol
Azúcar y canela para rebozar

1. Ponemos 250 ml de leche a calentar en un cazo  junto al azúcar. En los 50 ml restantes de leche, disolvemos el sobre de flan. 

2. Cuando la leche comience a hervir, volcamos la mezcla del flan y dejamos a fuego medio removiendo constantemente hasta que espese. Dejamos templar.

3.  Vamos haciendo bocaditos con las galletas rellenando con el flan. 

4. Las pasamos por huevo batido y freímos en aceite. Rebozamos en azúcar y canela ya fritas. Las podemos guardar en una caja hermética para que nos aguanten varios días.Cuánto más tiempo pase, más ricas estarán ya que el flan reblandecerá las galletas y hará que se conviertan en un bocado delicioso. En la foto aún se ve la textura de la galleta porque la hice recién frita. No me fiaba de que pasado un día aún quedara alguna.



Comentarios

  1. Me encantó leer la historia de las galletas. Gracias por compartir tanto.

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