BICA BLANCA DE LAZA

Si os preguntara cuantos tipos de dulces conocéis, probablemente diríais que muchos, demasiados hoy en día. La imaginación no tiene límites en cuanto a creatividad repostera. Pero, si os preguntara cuál es vuestro primer recuerdo comiendo algo dulce, creo que el bizcocho o las magdalenas se llevarían la palma. Esos bizcochos que hacían nuestras abuelas o nuestras madres cuando eramos niños o las magdalenas que se compraban en el obrador más cercano. En mi casa, yo recuerdo unas magdalenas que nos traía mi tía Ana cuando venía del pueblo. Sabían a gloria bendita. Nunca he vuelto a probar unas magdalenas iguales por más recetas antiguas que he probado a hacer.
La receta que os traigo hoy es de un bizcocho gallego que a mí me recuerda a esos que se hacían antiguamente, que huelen y sabe a hogar, a familia. Me declaro adicta a las bicas. Las descubrí no hace mucho y son mi debilidad. Me evito mucho de hacerlas porque cuadradito a cuadradito me la acabo zampando casi entera yo sola. ¡Es una auténtica tentación!
Pero para aquellos que no conozcáis lo que es una bica, yo os la presento y os propongo un viaje hasta Galicia. Las bicas son unos bizcochos densos típicos de Ourense, principalmente de la zona de Castro Caldelas  y puebla de Trives, cuyo origen es disputado como suele ocurrir con los dulces tradicionales. Es similar a un bizcocho mantecado. Todas se caracterizan por no usar levadura, por lo que tienen una textura muy distinta a un bizcocho tradicional. No es demasiado esponjosa, pero sí muy tierna y jugosa. La particularidad de la bica de Laza es que se hace con claras de huevo y con nata, de ahí su peculiar color blanco de la miga. Se presentan siempre en forma rectangular, horneadas sobre un papel como los sobaos cántabros y con una costra superior quebradiza debido a que se espolvorea azúcar a su entrada en el horno. Es habitual cortarla en cuadrados para comerla.


Las bicas más tradicionales, como la de Trives, están hechas con masa de pan. Se hace un fermento con harina, agua, levadura fresca y sal que se agrega a la masa final. El resto de masa lleva manteiga de vaca o farina de millo (harina de maíz) como son típicas en Guitiriz. Pueden llevar también nata, ralladura de limón o un chorrito de anís.
En Laza, encontramos las bicas durante todo el año, pero cobra especial protagonismo en el Carnaval o Entroido del municipio. Las máscaras tradicionales de Laza son los peliqueiros que recorren el pueblo durante esos días festivos haciendo sonar sus cencerros atados a su espalda y animando a la gente a que participen en la fiesta. El domingo de Entroido, a la salida de misa, los peliqueiros hacen sus carreras por el pueblo y se reparten trozos de bica desde un carro engalanado para la ocasión.


Toda una fiesta que tiene que ser digna de ver. Yo la tengo apuntada en mi cuaderno de deseos por cumplir. Nunca os he hablado de ese cuaderno que ya empieza a ser muuy grande, pero prometo hablaros de él en otro post. Os dejo ya con la receta no sin antes pediros que probéis a hacer esta bica. Es facilísima y su resultado os sorprenderá en textura y en sabor y lo mejor de todo es que con el paso de los días más buena está, así que yo que vosotros no lo dudaría...

8 claras
350 gr harina
350 ml nata para montar
400 gr azúcar

1. Montamos la nata en un bol y reservamos cuando ya esté lista. 

2. En otro bol bien grande (tened en cuenta que en él vamos a mezclar las claras montadas y la nata), montamos las claras a punto de nieve. Vamos añadiendo el azúcar poco a poco en forma de lluvia hasta dejar un merengue hecho al punto. 

3. Añadimos la harina en varias veces y vamos integrándola con el merengue poco a poco con una espátula con movimientos envolventes para que no baje el volumen del merengue. Cuando esté bien mezclado todo, añadimos la nata montada y la integramos como hemos hecho con la harina, con espátula y envolviéndo. Os quedará una masa blanca espesa.

4. Cubrimos un  molde rectangular o cuadrado con papel sulfurizado y encima volcamos toda la masa. Espolvoreamos por encima azúcar que cubra la masa. El molde tiene que ser de unos 8 cms de alto porque la bica tenderá a subir en el horno un poco. 

5. Horneamos a 180º unos 50 minutos. Dejamos que se enfríe del todo antes de desmoldarla y dejarla en el papel.  Se presenta como os dije cortada en cuadraditos y se presenta con el papel como base. Según vayamos gastando cuadraditos guardaremos el resto de bica que sobre arropada por el papel que la envuelve y cubierta por un paño de cocina, os aguantará bastantes días tan jugosa como el primero. Os aconsejo que esperéis a tomarla hasta el día siguiente de hacerla. Está mucho más buena con un día de reposo.



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