TARTA DE CREMA PASTELERA Y FRUTA FRESCA

Siempre que llega el fin de semana tengo el propósito de hacer miles de recetas para todos los blogs que tengo. Al final, todo se complica y apenas me da tiempo de hacer nada. Pero este no, este sí que lo he aprovechado y cooomo lo disfruto ver salir platos, uno tras otro. Es mi momento de relax aunque pueda parecer lo contrario, y también mi forma de organizarme para toda la semana. Muchas veces me preguntan cómo tengo tiempo para todo, y no hay ningún secreto, salvo organización aunque a veces falla y todo se va al traste.
Para aquellos que no me conocéis personalmente os cuento que mi vida es un pelín agitada. Trabajo como gestora en Emergencias 112, fundamentalmente en turnos de tarde y noche. Por las mañanas voy a casas a limpiar y planchar. Hay que ayudar a la economía familiar que no anda muy bien, máxime cuando la otra parte colabora poco, y tú quieres que tus hijos estén cubiertos en todos los aspectos. Además, soy madre divorciada de una niña de 13 y un niño de 11, y de una perra y una gata que me tienen loquita por ellas. Así, que cuando te ves sola para todo y que no tienes tiempo para nada, es el momento de buscar tiempo para ti misma y seguir creciendo y aprendiendo. Estuve unos años dedicada al teatro, hice un parón a raíz de la muerte de mi padre y me inicié con los blogs. Tres, nada más y nada menos que han ido naciendo uno tras otro con toda la pasión del mundo que se puede tener por la cocina. En estos 9 años desde que me divorcié, no dejé de formarme en aquello que me gustaba. Me saqué el título de regidora de teatro, de monitora de ocio y tiempo libre y un máster en gestión cultural, además de dirigir una compañía de teatro aficionado, dar clases de teatro a niños de corta edad o a jóvenes en riesgo de exclusión social. Este año tenía pensado empezar los estudios de Criminología, pero la economía no ha dado para más, así que habrá que esperar. Mientras sigo con mis recetas y mi proyecto de obra de teatro. ¿Qué como me organizo? Pues un poco a demanda. El tener una vida a turnos y tan desorganizada, te hace que tengas tu propio orden dentro de tanto caos. Todas las mañanas publico recetas y reviso redes sociales cuando voy de camino a limpiar en los autobuses. En los huecos que tengo en casa tranquila, redacto las recetas en el blog a través del móvil, y en los turnos de noche investigo sobre platos y recetas, e intento avanzar en mi obra de teatro cuando no hay trabajo. Así, mis fines de semana, son entregados a estar con mis hijos, seguirlos en sus partidos de baloncesto y cocinar.
Siempre me dicen que da un poco de vértigo mi vida, pero yo la veo la más normal de mundo. Al fin y al cabo, todos llevamos una vida así, un poco loca, cada uno por un motivo.
Pues bien, como os empecé diciendo, este fin de semana ha sido uno de esos bien aprovechados en la cocina y a pesar de inventar y hornear recetas nuevas y de siempre, he tenido el antojo de esta tarta, la tarta más socorrida, vistosa y fácil de hacer. Una tarta con base de hojaldre, crema pastelera y fruta. Hasta quién no sepa cocinar sabrá hacerla y el resultado siempre es muy bueno. Hoy voy a hablaros de una parte importante de esta tarta, la crema pastelera.
En repostería hay infinidad de rellenos en dulces, tartas y pasteles, pero la reina es la crema pastelera. Es un básico que todo buen repostero debe conocer y saber prepararla. Es una de las cremas madre de la repostería, ya que de su preparación se pueden obtener otros tipos de cremas y rellenos igualmente deliciosos.


Su origen es incierto. Se cree que se usó por primera vez en el siglo XVII en Francia o Italia, como una variación del roux blanco, que se usaba para preparar bechamel o la crème brulèe. El origen de esta delicia también ha sido reclamado por los ingleses quienes aseguran que la crema es originaria de su gastronomía.


La crema es una preparación dulce hecha a base de leche, azúcar, huevos y almidón o harina de maíz, normalmente aromatizada con vainilla, limón, naranja o canela. Como dije antes, es la reina madre en repostería a la que añadiéndole algún ingrediente extra, tenemos variaciones de sabor y de textura. Así, tenemos:

Crema chiboust. Su base es la crema pastelera a la que se le agrega merengue y gelatina adquiriendo una textura similar a la de una mousse.


Crema diplomática. Mezcla de crema pastelera con crema chantilly, por lo que su textura es mucho más ligera.


Crema muselina. Crema pastelera rebajada con mantequilla.
Crema Frangipane. Crema francesa hecha con crema pastelera y crema de almendra.


Desde luego, en cualquiera de sus versiones, la crema pastelera es una delicia y la podemos encontrar en bollería, milhojas, tartaletas y pasteles. O en la tarta que os traigo hoy...

1 lámina de hojaldre
Crema pastelera
Melocotón en almíbar
Kiwis
Fresas
1 huevo

Para la crema pastelera
500 ml leche
4 huevos
125 gr azúcar
2 cdas de almidón o harina de maíz (maizena)
1 vaina de vainilla o 1 cdta esencia de vainilla

1. Cortamos la fruta en medias lunas reservando el almíbar del melocotón. Seguidamente haremos la crema pastelera. Podemos hacerla de forma tradicional o versión exprés.
 

2. La forma tradicional es en el fuego. Ponemos a calentar la leche con la vaina de vainilla abierta a la que le raspamos las semillas. Mientras, mezclamos las yemas con el azúcar y el almidón. Cuando la leche esté caliente, retiramos unos minutos del fuego, colamos y volcamos poco a poco sobre la mezcla de huevos batiendo sin parar.

3.  Cuando esté todo unido ponemos a fuego lento y dejamos espesar moviendo la crema en todo momento. Retiramos cuando tenga el espesor deseado.
 

4. Para la versión exprés, batimos todos los ingredientes sustituyendo la vaina de vainilla por una cdta de esencia de vainilla. Metemos en el microondas a máxima potencia en tandas de 3 minutos que sacamos, batimos y volvemos a meter en el microondas hasta tener el espesor adecuado.
Con la crema ya hecha, pasamos a montar la tarta.

5.  Extendemos el hojaldre. Si lo tenéis  circular, darle forma rectangular cortando un poco los bordes que fue lo que yo hice, o bien dejarla circular, como más os guste. Volcamos la crema encima dejando alrededor un dedo de hojaldre. Retorcemos y presionamos con los dedos el borde del hojaldre. Colocamos encima la fruta laminada. 

6. Batimos el huevo y pintamos los bordes del hojaldre. Horneamos a 200° 20 minutos. Cuando la saquemos pintamos la fruta con el almíbar del melocotón reservado. Dejamos enfriar.


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