TARTA DE CALABAZA ESPECIADA Y CHEESECAKE DE CHOCOLATE CON COBERTURA BOMBÓN Y UN TOQUE DE MAGIA DORADA

Estamos en un otoño muy atípico, con demasiado calor aún ya metidos en el mes de octubre. Esto de poner todavía el aire acondicionado en la franja central del día por aquí por Córdoba no es lo más habitual. De pequeña siempre recuerdo que cuando llegaba septiembre y la vuelta al cole ya empezaba a refrescar, y en octubre era otoño totalmente, de llevar algo de abrigo y dormir con alguna manta fina. De todas formas, a mí personalmente me encanta esta estación del año, aunque a muchas personas les parece muy triste. Los días de lluvia, la caída de las hojas, el frío que acecha, para mí tiene mucho encanto. Y en cuanto a cocina, en concreto en repostería, empieza la temporada de un montón de frutas con las que hacer de todo. El otoño son manzanas, frutos secos, calabaza, granadas, cítricos, boniatos, chirimoyas, uvas, membrillos, peras...


Otra de las cosas que relaciono con el otoño son los bosques, esos bosques llenos de mil colores de las hojas de los árboles, tonalidades ocres, verdes, rojizos, anaranjados, marrones...Como ejemplo os traigo esta maravilla de Cantabria, los bosques de Cosgaya, La Liébana. ¡Qué locura de Picos de Europa! No me digáis que no parece de película...


Los bosques son para mí sitios mágicos, de princesas que se pierden por sus caminos, de príncipes que cabalgan a lomos de caballos preciosos, de ogros escondidos en cuevas y hadas revoloteando deseosas de hacer realidad tus deseos. Llamadme peliculera, que lo admito, ¿pero a vosotros no os pasa lo mismo? Pues teniendo todo esto en mi cabeza, tenía que darle el pistoletazo de salida al otoño en mi blog y la mejor manera es con una tarta que refleje todo lo que para mí me evoca esta estación del año. Así he adaptado la receta de "Tarta de calabaza y chocolate" de Con aroma de vainilla.


En la foto podéis ver como son de maravillosas sus tartas con una pinta increíble. Yo le he dado mi toque Carmela. Le he añadido más calabaza al bizcocho y como especia nueva he introducido jengibre que me encanta y creo que le da un toque buenísimo. En cuanto a la cobertura, en vez de ganaché, he puesto una cobertura bombón, decorada con purpurina dorada. Al ver la tarta finalizada, los colores me recuerdan a los bosques y el toque dorado, es ese toque mágico, de hadas. ¡Es la perfecta tarta de otoño!, ¿no os parece? Os dejo la receta para que la disfrutéis tanto como nosotros en casa y déis la bienvenida al otoño como Dios manda...

Para el bizcocho de calabaza
300 gr de calabaza
125 gr mantequilla temperatura ambiente
125 gr azúcar
150 gr harina
1 huevo
1/2 cdta bicarbonato
1/2 cdta levadura
1/2 cdta nuez moscada
1/2 cdta jengibre
1 cdta canela
Una pizca de sal

Para la cheesecake
175 gr queso de untar
175 gr chocolate de fundir
65 gr azúcar
1 huevo

Para la cobertura
175 gr chocolate de fundir
1 cdta mantequilla

Purpurina comestible dorada

1. Lo primero que haremos es el puré de calabaza. Asamos la calabaza pelada y troceada en el horno  a 180º unos 40 minutos. Trituramos con la batidora cuando esté asada. Volcamos en un colador y dejamos un par de horas hasta que se escurra bien el agua que pueda tener aún. 

2.  Mezclamos  la harina con todas las especias y reservamos. 

3.  Aparte, batimos la mantequilla con el azúcar, hasta formar una especie de crema. Le añadimos el huevo y mezclamos. Añadimos el puré de calabaza e integramos. 

4. Le añadimos en dos veces la mezcla de la harina con las especias mientras seguimos batiendo. Engrasamos un molde y volcamos la masa. Reservamos. 

5. Para la cheesecake batimos el queso con el azúcar y cuando esté bien mezclado añadimos el huevo. Derretimos el chocolate en el microondas. Se lo añadimos a la mezcla de queso y movemos con una espátula hasta que se integre bien. 

6. Volcamos en el molde encima de la capa del bizcocho de calabaza. Horneamos a 160º unos 40 minutos. Sacamos y dejamos enfriar toda la noche en el molde.  

7. Al día siguiente hacemos la cobertura bombón. Derretimos el chocolate en el microondas y le añadimos la cucharadita de mantequilla. Mezclamos bien y vamos colocando a cucharadas por encima de la tarta sin desmoldar aún. 

8.  Guardamos en la nevera mínimo 2 horas antes de servirla para que se endurezca la cobertura. Para presentarla a la mesa la decoramos con purpurina comestible dorada. Una tarta deliciosa con mucha magia.





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