BAYLEIS CASERO
La mayoría de los que me seguís por Instagram o Facebook apenas me conocen físicamente. De hecho, la foto que aparece en el perfil es de hace tiempo, de mi época de actriz con toda la chapa y pintura que se merece una sesión de fotos de un profesional. En mi vida normal apenas si voy maquillada y cuando lo hago siempre llevo los labios rojos, de hecho es uno de mis signos de identidad junto a mi pelo, rizado y pelirrojo, nada que ver con la foto que os comentaba antes. Cuando salió la película "Brave", había quién me decía que Mérida les recordaba a mí sobre todo por el pelo. De hecho, muchas veces por Córdoba cuando he paseado por el casco antiguo, hay quién me confunde pensando que soy extranjera. Desde luego, nada que ver con el perfil de Chiquita Piconera que tienen muchas mujeres cordobesas. Como os decía, en ocasiones me han preguntado si soy irlandesa porque les recuerdo a la princesa de la película de Disney. Aunque en realidad, ella era escocesa, un poco de lío geográfico británico. Os pongo una foto de como soy realmente por si me véis por la calle para que me saludéis que yo me he quedado con la cara de todos vosotros, jeje...
Pero volviendo a Irlanda que era a dónde yo quería llegar, es un país que tengo muchas ganas de visitar tanto por sus paisajes y ciudades como por su gastronomía, eso a pesar de que tiene fama de mala cocina y cara. Pero aún así en Irlanda se puede degustar cordero curado, angulas del lago Neagh o blaas, unos panecillos harinosos. También se puede visitar tiendas especializadas y mercadillos de alimentos donde conocer agricultores, artesanos y queseros tradicionales. Y como no, es obligado para quien visite Irlanda probar la famosa cerveza negra de Guinnes o los whiskys y licores de cremas de whisky. De estos últimos, el más conocido es el Bayleis que es tan familiar en cualquier parte del mundo como lo son en nuestras casas.
Históricamente, la compañía encargada de elaborar el licor de crema ha destacado la importancia del ambiente natural, tradicionalmente el irlandés, en el que tiene lugar su producción, y la calidad de cada uno de los ingredientes con los que se elabora. En efecto, Bayleis surgió con la idea de combinar dos tradiciones irlandesas: la destilación (asociada al whiskey irlandés) y la agricultura. En el siglo XVII una destilería irlandesa recibió el permiso real del rey Jacobo I de Inglaterra, siendo hoy en día la única destilería existente con dicho permiso. La mezcla de crema y whisky fue lo que hizo al Bayleis tan especial y distinguido, ya que en su elaboración descubrieron una fórmula para combinarlos de manera que no utilizaran conservantes y la crema es preservada únicamente en alcohol lo que le da el sabor definitivo. El toque final en su elaboración se lo dan sabores como chocolate, caramelo y vainilla. Gracias a esta fórmula, Bayleis fue introducido en el mercado en 1974, siendo el primer licor de crema irlandesa. Tiene una vida útil de 24 meses y debe estar almacenado entre 5-35º y posee 17% de volúmen alcohólico. Puede ser bebido sólo o con hielo.
Hoy os traigo esta receta para hacerlo en casa. Cuando yo lo hago me recuerda que la Navidad se acerca. Es una de las bebidas que se compraban como algo "especial" para esos días. Ahora podéis hacerlo en casa, es más que fácil y guardado en la nevera os aguantará varios días hasta la hora de servir. Seguro que haréis más de una botella estos días festivos que se acercan...
360 ml de leche condensada
180 ml de leche
180 ml de whisky
180 ml de agua con 1-2 cucharadas de café soluble (tipo Nescafé)
1 cucharada de cacao en polvo instantáneo
2 cucharaditas de esencia de vainilla
1. Ponemos en el vaso de la batidora todos los ingredientes. Batimos despacio hasta que se integren bien.
2. Lo colamos y pasamos a una botella de cristal. Guardamos en la nevera.
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