BIZCOCHO DE MANZANA Y ALMENDRAS AL AROMA DE CANELA 5 CEROS
No hace mucho hablaba con alguien que me sigue en mis blogs. Comentábamos que lo que más nos gustaban de todas las recetas de repostería, eran los bizcochos. Hay un mundo numeroso y variado de ellos y con sólo imaginar una mezcla de sabores o de ingredientes podíamos tener un pedazo de pastel. Creo que muchas veces, nosotros los blogueros los primeros, tenemos tanto afán en innovar o en descubrir algo sorprendente, que quizás nos olvidamos de lo esencial de las elaboraciones que preparamos. Un bizcocho es la base para casi todo en repostería y el olor y el sabor que tiene un bizcocho difícilmente es superado por otro dulce ni se olvida nunca. Le confesé a esta persona que durante un tiempo hace años era adicta a los bizcochos, parecía la Mari Tere de la serie "La que se avecina", a todas horas haciendo bizcochos y ofreciendo a todo el mundo, en parte porque me salían bien y en parte porque desarrollé todo un estudio psicológico sobre las personas y del sabor que me transmitía su cara.
Pensaréis que estoy loca pero es algo que desde entonces me pasa continuamente. A veces pienso que una persona es de bizcocho de chocolate o de frutos secos o fruta fresca o café o limón, vamos que relaciono a la persona según su cara o su cuerpo con un sabor de bizcocho, como si tuviera una visión o algo así. Y os parecerá una tontería pero, muchas veces, el "sabor" que yo le he puesto coincide con sus preferencias en repostería. Que estoy pá encerrarme, puede ser, no lo dudo, pero entre bizcochos, por favor, que será una dulce condena... ¡Pedazo de poeta que estoy hecha!
Valeee, no os enredo más. Os voy a presentar un pedazo de bizcocho que traigo hoy. Lo encontré hace un par de años por internet en una página sobre almendras pero venía sin autor, supongo que será anónimo. Lo cierto es que fue probarlo y se quedó en casa para siempre. En casa gusta mucho la repostería hecha con fruta fresca o frutos secos, y este bizcocho tenía las dos cosas: manzana y almendras. Fue adoptado en el primer bocado, y desde entonces lo he repetido decenas de veces.
Pero, ya sabéis que sin paseo por la historia, no hay receta, así que vámonos a descubrir el origen y la historia de las almendras que nos acompañan desde siempre. Los almendros, como los olivos o las vides, son árboles que el hombre ha cultivado desde hace miles de años para extraer sus frutos. El almendro, originario de Asia Central, llegó a España de la mano de los fenicios y se extendió con los romanos. Hace más de dos mil años que se cultiva en la ribera del Mediterráneo, incluida la provincia de Alicante.
Las propiedades benéficas tanto de la almendra como de algunas partes del árbol que la produce, son conocidas desde hace siglos. Se ha utilizado en medicina, en cosmética y, lógicamente, como fuente de alimentación por su alta carga energética. El cultivo se extendió por todo el área mediterránea, donde las condiciones climatológicas eran idóneas para su explotación con fines comerciales. En la actualidad, hay decenas de variedades de almendra que se dividen en dos grandes grupos: de cáscara dura, que son las que se cultivan en España y las de cáscara blanda, originaria de EE.UU. De todas ellas, la mejor almendra del mundo es la variedad Marcona, autóctona de la provincia de Alicante. Es un fruto bastante grande, de forma redondeada, dulce y con un elevado índice de aceites grasos no perjudiciales para la salud al ser monoinsaturados, lo que favorece la reducción del colesterol provocado por grasas dañinas.
Por tanto, la marcona es la "joya de la corona" de la gastronomía cuya presencia en los cultivos de las zonas del interior de Alicante ha permitido que sea la gran protagonista de la repostería de estas tierras: turrones, mazapanes, dulces y tartas.
O en bizcochos como el que os traigo hoy, que no creo que sea de Alicante pero que está buenísimo. Es un bizcocho húmedo, de manzana, con un intenso sabor a canela y en el que a cada bocado os encontraréis almendras enteras que hace aún más delicioso este pastel. Os dejo la receta...
1 kg manzanas
100 gr almendras marconas
350 gr harina
200 gr azúcar
3 huevos
1 sobre levadura
120 ml leche
100 ml aceite de oliva suave
1-2 cdas canela de Ceylán 5 ceros
Azúcar moreno
1. Batimos los huevos con el azúcar. Añadimos la leche y el aceite y mezclamos.
2. Tamizamos la harina con la levadura y la canela y agregamos a la mezcla anterior de los huevos con la leche.
3. Troceamos o rallamos las manzanas y añadimos a la masa junto a la mitad de las almendras enteras (podéis trocearlas si lo preferís). Movemos bien para que se integre todo.
4. Volcamos en un molde engrasado y enharinado. Cubrimos la superficie con el resto de las almendras que habíamos reservado y espolvoreamos azúcar moreno.
5. Horneamos a 180º durante 50 minutos.
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