MUFFINS DE LIMÓN Y ARÁNDANOS
Estamos en puertas del mes de diciembre, un mes que me apasiona por muchas razones. La principal es que el mismo día 1 es mi cumple, y a partir de ahí en casa se da el pistoletazo de salida a todo lo relacionado con la Navidad. ¡Me encanta la decoración navideña! Quizás sea muy friki por eso, pero no lo puedo evitar ¿No os quedáis muertas cuando en las pelis de Antena 3 salen esas enormes casas decoradas? Esos árboles de Navidad gigantes con bolas de todos los colores, los renos luminosos en el jardín y dentro esos salones cuidados al detalle donde siempre hay una chimenea y todo está decorado en tonos rojos y verdes... Oooohhh, como diría Laura Pausini: adooooroo!! En mi casa es todo más sencillito, y también, la verdad sea dicha, porque económicamente no estoy para muchos gastos pero el día de la decoración es una fiesta. Ya el día 1 por mi cumple, mi madre siempre me regala un Pascuero que se deja en el mueble de la entrada y a partir de ahí, ya es cuestión de horas o días decorar la casa con toda la tradición Rodríguez. Ponemos villancicos en el equipo de música, los del grupo Raya Real para más señas, yo ya me encargo de hacer algún dulce navideño que comeremos al terminar de decorar y mis hijos me ayudan vestidos con el pijama y con gorritos de Papa Noél porque según ellos es tradición. Mentira, son unos caras que con tal de no cambiarse de ropa inventan las tradiciones que se les ocurran. Así la liamos en familia, que seremos sólo tres pero hacemos ruido por seis hasta el punto que si la perra se deja, acaba con una diadema de cuernos de reno...
De momento voy a dejar la Navidad por unos días aparcada. Ya a partir de la semana que viene os iré contando más cosas y más recetas de estas fiestas en mi casa y en la de los demás, en Córdoba, en Andalucía y en España en general, y también fuera de nuestras fronteras. Pero hoy os traigo unos muffins, dentro de mi sección repostería internacional y nos vamos de viaje hasta Gran Bretaña de dónde son originarios. Pero lo primero que voy a hacer es aclarar la diferencia entre magdalenas, muffins y cupcakes porque hay mucha confusión y a veces se piensa que son la misma cosa decorada de forma diferente pero no es así.
Las magdalenas son originarias de Francia del s. XVIII. Se cuenta que su creadora fue Madeleine una criada de un rey polaco que vivía en Lorraine en esa época y ante la visita de alguien importante en casa le ordenó que hiciera un postre único. La criada ideó unos pequeños bizcochos con forma de concha. Gustaron tanto que el rey los bautizó con el nombre de su creadora. A España parece ser que llegaron a través de las monjas francesas que había en los conventos del antiguo Camino de Santiago que las adaptaron a los gustos nuestros y el nombre fue traducido a magdalena.
Su característica principal para diferenciarlos de los muffins y cupcakes es que no suelen llevar leche en sus ingredientes, se usa aceite de oliva, no mantequilla, y lo principal es que se bate bastante la masa para darle esponjosidad y en el horno suba el copete característico de las magdalenas que suele ir coronado de azúcar. Se hornean en cápsulas rizadas de tamaño mediano.
Los muffins son dulces originarios de Gran Bretaña. Se utilizaban para acompañar el té, se cortaban por la mitad y se untaban de mantequilla o mermelada de frutas. Con el tiempo ha evolucionado, añadiéndole fruta fresca, deshidratada o frutos secos. Las características principales para diferenciarlos son que se usa mantequilla o aceite vegetal, la masa es poco dulce, de hecho se hacen muffins salados, y no se bate la masa, simplemente se mezclan para que queden casi planas y apenas suben, por lo que la masa es más prieta y compacta parecida a un panecillo. Se presentan en cápsulas rizadas grandes o cápsulas de muffins que son lisas y con picos en la parte superior, aunque cuando se hacen salados hay quien los hornea en bandejas de cup cakes sin cápsula ninguna.
Y por último, los cupcakes es un invento estadounidense de finales del s. XVIII que se han hecho famosos en todo el mundo a raíz de la serie "Sexo en Nueva York" dónde sus protagonistas los devoraban en los capítulos. Cómo su nombre indica son pasteles en taza, en miniatura. Son minitartas y como tal son muy elaboradas. Pueden estar rellenos, con aromas, sabores, almíbar...Se caracterizan por la decoración que llevan encima. Normalmente es una buttercream, una crema hecha a base de mantequilla o frosting de queso de untar algo más ligera. A ambas se le añaden aromas y colorantes para darle mayor vistosidad y se colocan con manga pastelera. También se decoran con glasa o fondant y se utilizan para hornearlos cápsulas de colores llamativos y divertidos porque suelen consumirse en celebraciones o eventos.
Y una vez aclarado esto, os dejo la receta...
320 gr de harina
130 gr de azúcar
1 huevo
80 ml de aceite de girasol
1 cdta de levadura
2 yogurts de limón
60 ml de leche
La ralladura de limón
1 cdta esencia de vainilla
Una pizca de sal
150 gr de arándanos
1. Mezclamos el huevo con el aceite y reservamos.
2. En otro bol mezclamos los yogurts junto a la leche y la esencia de vainilla. Vertemos la mezcla de huevo y aceite con los lácteos y reservamos.
3. Mezclamos la harina, el azúcar, la levadura, sal y la ralladura de limón en otro bol con una cuchara. Mezclamos con los líquidos. No hace falta batir.
4. Añadimos los arándanos y mezclamos todo.
5. Ponemos cápsulas grandes de magdalenas en un molde para cup cakes. Los rellenamos con la masa hasta 3/4 de su capacidad. Horneamos 30 minutos a 200°. Dejamos enfriar 5 minutos en la bandeja y luego pasamos a una rejilla. Podéis espolvorear con azúcar glass si queréis.
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